Ley de Atracción

Descubriendo mi Inconsciencia: ¿Qué es la Ley de la Atracción?

images (1)

Hace algunos años ya que «El Secreto» de Ronda Bhyrne llegó a mi vida, gracias a mi hermana mayor, para hacer estragos. Auténticos estragos. Suena muy mal dicho así, pero me fascinó desde el primer momento y descubrí cómo era yo misma la que atraía a mi vida, con mis miedos, las circunstancias que acontecían en mi vida.

En ese entonces yo tenía 23 años recién cumplidos y estaba pasando por unas circunstancias y pruebas muy dolorosas. Mi madre hacía apenas un año que había fallecido de cáncer, entre otras cosas muy duras y que me marcaron y, a la vez, me hicieron crecer y madurar de golpe con apenas 20 años (que fue cuando mi madre enfermó).

Con la desesperación y, a la vez esperanza, de salir de ese estado en el que estaba metida, empecé a leer libros, descargarme cosas en internet, ver películas, documentales relacionadas con La Ley de la Atracción y todo lo que pudiera relacionarse con ella. Fui recopilando ejercicios, videos, audios con y sin mensajes subliminales, afirmaciones… (ya explicaré en otro post qué son, para quien no lo sepa). En fin, todo era válido para salir del pozo en el que me sentía atrapada. Me aferré a creer en que sí podría funcionar y lo empecé a poner a prueba con pequeñas situaciones de mi vida. Cosas que creía posibles. Así que empecé a establecerme metas, objetivos, por fin había algo que me hacía sentir viva y con ganas de vivir; me sentí entusiasmada con la mera idea de poder conseguir todo lo que alguna vez soñé. Conseguir aquello que yo soñaba era mi único objetivo: SER FELIZ. Para ese entonces yo veía la felicidad como meta; no como camino.

«Tu imaginación es como los avances de lo que está por venir.» – Albert Einstein

Y sí… funcionó. Poco a poco iba viendo en mi propia piel cómo iba consiguiendo y materializando todo aquello que quería y que necesitaba en esos momentos. Así en épocas de falta de dinero, me llegaba… ¿trabajo? pedía y lo tenía (incluso el salario, horas…). Llegué a experimentar (y sigo experimentando) auténticos milagros, que de no conocer la ley y saber cómo funciona, así lo hubiera llamado en un pasado. Me costó mucho, y a día de hoy sigo trabajando en ello, pero aprendí algo muy importante: «NADA ES IMPOSIBLE EN ESTA VIDA CUANDO ALGO SE QUIERE DE VERDAD Y SE LUCHA POR ELLO CON LA SEGURIDAD Y CERTEZA DE QUE TE LO MERECES»

Es por ésta razón que me gustaría compartir con ustedes mis canalizaciones, trucos, técnicas, libros, audios, videos, ejercicios… todo lo que está a mi alcance para mejorar tu vida y ayudar a quién esté deprimido/a, pasando por una mala situación, para aquella persona que no sepa aplicar la ley, a quién simplemente quiera ampliar sus conocimientos, o tenga dudas en algo con respecto a algún tema de mi blog, ya que no sólo voy a escribir sobre la la Ley de la Atracción, sino sobre muchas otras cosas más (relacionadas o no) que quizá les puede interesar o servir de ayuda.

«Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá» – Mateo 7:7-8

 ¿Qué es, pues, la Ley de la Atracción?

La ley de la Atracción, o Ley de Causa y Efecto, es una ley Universal que se basa en la intención y manifestación. Es decir, uno atrae y manifiesta a su vida aquello en lo que se enfoca con sus pensamientos y sentimientos la mayor parte del tiempo, todo el tiempo, para todos por igual, sin excepciones. Seas consciente de ello o no.

Todo en el universo es energía, incluidos nosotros, y todo emite energía en diferentes frecuencias. La Ley de Atracción lo que hace es unir esas frecuencias. Tus pensamientos y tus palabras te hacen sentir de una forma determinada y, en función a tus sentimientos, eso hace que vibres en una frecuencia más elevada o más baja.

Las frecuencias altas las emitimos cuando sentimos alegría, gozo, paz… Es ésta la frecuencia en la que debemos estar para atraer lo que deseamos a nuestras vidas.

« El pensamiento predominante o la actitud mental es un imán, y la ley es que lo semejante atrae lo semejante. Por consiguiente, la actitud mental atraerá invariablemente condiciones tales que corresponden a su naturaleza » – Charles Haanel

Todo lo que te sucede en este momento, en el presente, es lo que creaste vos en el pasado, y todo lo que estás creando en el momento actual, en el presente, es lo que te pasará en el futuro. Todo sucede por alguna razón. NADA es casualidad sino causalidad de tus actos, pensamientos y sentimientos. Todo lo que llega a tu vida lo atraes como un imán.

Si sentimos miedo, desesperanza, inseguridad o sufrimiento, por ejemplo, estamos emitiendo vibraciones de frecuencias bajas y, como consecuencia, atraemos todo lo negativo. Para que esto no suceda debemos aprender a cambiar nuestra forma de ver el futuro viviendo el presente (el ahora), creyendo y sintiendo que todo nos sale bien; a partir de ahora en adelante irá cada vez mejor. Todo esto hará que nuestros estado de ánimo cambie de frecuencia. Pasamos de estar con ansiedad, angustia, frustración, de sentir miedo, de quejarnos, de estar de mal humor, de lamentarnos… (emociones de baja vibración), a sentirnos en estado de paz, gratitud, alegría, amor (emociones de alta vibración) y poco a poco vamos elevando nuestra frecuencia entrando en consonancia con el Universo entre lo que sentimos y lo que deseamos. Así es cómo se producen los milagros.

« Mantén tus pensamientos positivos, porque tus pensamientos se convierten en tus palabras. Mantén tus palabras positivas, porque tus palabras se convierten en tus comportamientos. Mantenga sus comportamientos positivos, ya que sus comportamientos se convierten en tus hábitos. Mantén tus hábitos positivos, porque tus hábitos se convierten en tus valores. Mantén tus valores positivos, porque tus valores se convierten en tu destino » – Gandhi

A medida que vayas integrando estos conceptos a tu programa mental y los vayas asimilando de forma consciente e inconsciente (lo más importante para no auto-sabotearte), comprobarás que todo es responsabilidad tuya. Tu falta de amor o de pareja, de amistades, de dinero, problemas en tu trabajo, con tu jefe… Por mucho que tu mente te diga «no es posible», que no creaste ni la falta de dinero, ni los problemas con tu pareja, con tu jefe, que no llegas a fin de mes porque te pagan poco, etc. Estamos muy mal acostumbrados a echarle la culpa de nuestra infelicidad o sufrimientos, a todo lo que nos pasa, al exterior: a nuestra pareja, a nuestro jefe, a que no hay trabajo por la crisis, al vecino, etc.

En nuestra sociedad solemos pensar sobre nuestro futuro de forma negativa y se nos inculcan ciertas creencias desde pequeñitos. Atraemos lo que no queremos, pensamos en el «no puedo», «no debo»… y es ahí cuando nos salen nuestros «dotes» de videntes y decimos «lo sabía». Por supuesto que lo sabías; eso mismo lo estabas creando con tus pensamientos y sentimientos antes de que se materializara. Y luego nos quejamos de nuestra mala suerte.

Para los más «listos»: en la Ley de la Atracción no todo lo vale. Podés obtener y lograr aquello que deseas siempre y cuando no perjudique ni atente contra el libre albedrío de los demás. La ética y la moral deben acompañar tus motivaciones, sentimientos, decisiones y acciones. Todo lo que desees y/o hagas a los demás, se volverá contra o en beneficio propio; según cómo lo utilices.

Cuéntame como tú has conocido a La Ley de la atracción y qué te ha traído hasta mi blog. Me encantaría leer tus comentarios 🙂

Deja un comentario